martes, 24 de agosto de 2010

A María la hora se le estiraba, como un chicle que hace camino entre la suela de unas Adidas Superstar y un suelo de adoquines grises. Se le estiraba, como se estiran los días de palabra entrecortada, como se estiran los años infelices, que suelen ser bastantes o casi todos, depende de si se tragan o no con la ayuda de un vaso de agua. Pero definitivamente, se le estiraba la hora tantísimo como un pegajoso beso guerrero que no da cuartel.

Allí parada, María esperaba. Los cielos se intercambiaban y las calles se interponían, se amontonaban y desamontonaban las personas, se comían los soles y se estrellaban callecitas mal trazadas. Oía cantar los coches y rugir los letreros forforescentes. María, seguía esperando. El banco donde esperaba estaba frío y frío notaba en sus nalgas, los papeles arremolinados acariciaban sus pantorrillas, juguetones. Los niños leían sobre la vida riendo y así aprendía a olvidar la risa. Y alrededor de ella lo hacían. Por su parte, María seguía esperando, junto a la hora estirada. Y miraba a la hora con melancolía, mientras se estiraba infinita, desde el pasado que estaba sentada a su lado hace ya unos interminables cincuenta minutos hasta el presente donde seguía a su lado, pues la hora vivía en el pasado y en el presente, pero no entendía el lenguaje del futuro.

María se levantó, se le había terminado el esperar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

!
joder que cambio a lo que sueles escribir porra!

me ha sorprendido y encantado !

=)


corriendo la vida...VOLVERÁ!

LVP dijo...

Saludos Carlos!
No sé si lo habrás visto en el Blog de LVP o en las calles de Cádiz, pero por si acaso no lo has hecho te aviso de que publicamos ya la edición en la que incluimos tu gran texto.
En el blog hemos colgado un par de fotos pero subiremos algunas más o te la enviaremos a tu correo para que veas como luce tu obra en formato A3 por las calles.
Ha sido un placer contar contigo para esta edición, te avisaremos para la próxima por si te apetece.
Seguimos en contacto!
Libres Versus Prohibidos.