ULISES.- Para mí el mar es toda la libertad, la posibilidad, una eterna aventura. El único lugar en que se está desmemoriado y disponible. En el que se sirve sólo a la vida: siempre al alcance de la sorpresa, siempre a las órdenes del destino... Húmedo y limpio como un beso (NAUSICA lo interrumpe para besarlo.) Sin ancla, sin amarra, gobernado por vientos y vaivenes; súbdito de las olas que mecen o que matan... (Evadido.) Y se sueña. Se tiene todo el tiempo para soñar.
NAUSICA.- Qué bien hablas, querido... Oírte me abre otra vez la gana de abrazarte. (Lo abraza.) ¿Vamos ya?
ULISES.- Deja que te hable del mar. (Lo ha dicho entre el ruego y el reproche.) Misterioso, profundo, sin objeto. No como la tierra, de la que se puede decir: aquí se acaba... Es para hombres, el mar...
NAUSICA.- También la mujer es para hombres, creo (Caprichosa.)
ULISES.- En él sólo cabe defenderse o morir. Sin sepultura, como en la guerra...
NAUSICA.- Hagamos el amor y no la guerra; ese es mi lema.
ULISES.- Claro, tu no eres un hombre.
NAUSICA.- (Levantándose de nuevo.) Eso espero. Incluso preferiría no llegar a serlo nunca.
ULISES (Irónico.) ¿Es que no te gustan los hombres?
NAUSICA.- (Besándolo.) A la vista está. Pero también me gusta el whisky y prefiero beberlo a ser el whisky.
ULISES.- (Mirándola moverse ante él.) Eres un niña. Si te hubiera encontrado hace veinte años...
NAUSICA.- Hace veinte años te hubieras encontrado a mi madre ligeramente embarazada... Es mejor así. (Lo acaricia.)
ULISES.- (Con presunción y tristeza.) Pero hace veinte años yo era como un dios joven.
NAUSICA.- Y ahora eres como un dios maduro... Las perdices están mejor un poco pasaditas. La fruta verde deja áspera la boca. Tú, no. Me gustas como eres.
ULISES.- (Apesadumbrado) ¿Y dentro de veinte años?
NAUSICA.- ¿Quién habla de eso, ahora, cuando veinte minutos pueden dar tanto de sí...? (Pequeña sonrisa maliciosa.)
¿Por qué corres, Ulises? Antonio Gala
NAUSICA.- Qué bien hablas, querido... Oírte me abre otra vez la gana de abrazarte. (Lo abraza.) ¿Vamos ya?
ULISES.- Deja que te hable del mar. (Lo ha dicho entre el ruego y el reproche.) Misterioso, profundo, sin objeto. No como la tierra, de la que se puede decir: aquí se acaba... Es para hombres, el mar...
NAUSICA.- También la mujer es para hombres, creo (Caprichosa.)
ULISES.- En él sólo cabe defenderse o morir. Sin sepultura, como en la guerra...
NAUSICA.- Hagamos el amor y no la guerra; ese es mi lema.
ULISES.- Claro, tu no eres un hombre.
NAUSICA.- (Levantándose de nuevo.) Eso espero. Incluso preferiría no llegar a serlo nunca.
ULISES (Irónico.) ¿Es que no te gustan los hombres?
NAUSICA.- (Besándolo.) A la vista está. Pero también me gusta el whisky y prefiero beberlo a ser el whisky.
ULISES.- (Mirándola moverse ante él.) Eres un niña. Si te hubiera encontrado hace veinte años...
NAUSICA.- Hace veinte años te hubieras encontrado a mi madre ligeramente embarazada... Es mejor así. (Lo acaricia.)
ULISES.- (Con presunción y tristeza.) Pero hace veinte años yo era como un dios joven.
NAUSICA.- Y ahora eres como un dios maduro... Las perdices están mejor un poco pasaditas. La fruta verde deja áspera la boca. Tú, no. Me gustas como eres.
ULISES.- (Apesadumbrado) ¿Y dentro de veinte años?
NAUSICA.- ¿Quién habla de eso, ahora, cuando veinte minutos pueden dar tanto de sí...? (Pequeña sonrisa maliciosa.)
¿Por qué corres, Ulises? Antonio Gala
3 comentarios:
Venga ya, hombre de Gondor...esa no es la mejor manera de pelotear a Gala.
Cómprale un bastón del s.I a.C. y te hará subdirector de la Escuela, shurra.
Ains, estos literatorrrr....
joder tio! imaginate q antonio ahora lee esto? me cortas to la jugada! jajaja
por cierto me gusta tu blog, es autentico!
hola 0_0! como estas?
warm greeting from gadget lover ^^!
gracias!
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